Reseña: DIVINITY: ORIGINAL SIN 2, PARA PS4
Para esta ocasión, el Coronel Mustang de La Hora del Manco les contará su experiencia con este gran juego de Namco / Bandai. Para él, nunca antes una cubeta en la cabeza había tomado tanto significado.
¡Es que la cubeta en la cabeza, es la cubeta en la cabeza!
Sí, un juego con una calidad gráfica tan elevada, que cuida tanto de los detalles, que tiene una amplia selección de razas y profesiones para crear los personajes y que busca dar una experiencia de juego relativamente sencilla al jugador aún a pesar de tratarse de un complejo RPG, deja a su servidor con un muy agradable sabor de boca con un detalle tan simple y tan de finísima coquetería como ver que tu personaje puede equipar como casco una cubeta de madera en la cabeza. Suena estúpido a primera vista -y quizá a segunda, lo sé-, pero el simple detalle de permitirle al jugador hacer una maniobra tan simple y tan aparentemente tonta demuestra sencillamente que nos enfrentamos a uno de los mejores RPG realizados hasta la época. La historia se desarrolla rítmicamente desde el tutorial -Lo admito, no jugué el Divinity 1- y nos permite familiarizarnos con el entorno de forma rápida y dinámica, lo que a estas alturas de la vida es un gran favor para el jugador promedio, que busca entrar rápidamente a la acción.
Ahora, si lo que tú quieres es tomarte las cosas con calma y explorar todo lo que veas a tu alrededor, el juego te lo permitirá sin ningún problema, ya que desde el principio te mostrará una historia forjada al interior de un barco, que te da una antesala de un mundo de magia y misterios que poco a poco irá abriéndose a tus ojos. Cuentas desde el principio con las dos opciones: ir rápidamente o tomarte tu tiempo para explorar y avanzar cautelosamente. Los escenarios se encuentran muy bien cuidados, la ambientación es muy detallada y los NPC se encuentran bien distribuidos, de manera que no te vas a fastidiar encontrando un NPC cada dos píxels.
El control: ¿es suficiente para un RPG en una consola?
Si este es tu primer RPG, te costará al principio adaptarte a los comandos del control. No te diremos mentiras, el hecho de tener una amplia baraja de posibilidades para desencadenar las habilidades de tu protagonista puede llegar a confundirte inicialmente, pero te podemos asegurar que si te tomas tu tiempo para pasarte el tutorial en el barco podrás hacerte a la idea de cómo manejarlo. A pesar de lo anterior, los diseñadores del juego se las ingeniaron para lograr que el Dualshock 4 se pueda utilizar de forma dinámica e intuitiva conforme avanza el juego, lo cual es algo de agradecer tomando en cuenta que el mercado de los RPG generalmente se diseña para ser utilizado con un teclado y un mouse. La navegación y la exploración se facilitan bastante con solamente utilizar los botones L1 y R1, lo que hace que el hacer loot sea más sencillo y menos estresante para el jugador.
La barra de habilidades tiene un cierto nivel de dificultad para adaptarse a ella y requiere de algo de práctica. Si eres de los que prefiere ver que tu personaje principal haga un mega combo de chorrocientos mil golpes con solamente pulsar un botón, este juego te sacará más que un suspiro de impaciencia. Lo bueno es que se trata de un sistema de combate pausado, en el que se utilizan turnos para atacar, así que tendrás tiempo de pensar en la mejor estrategia y en cómo usar la mejor combinación de habilidades de acuerdo con el estilo que desees imprimirle a tu personaje.
Personajes y NPCs bien cuidados, con una estética fina y agradable a la vista, son el principal atractivo de este juego. Por seguridad de mi personaje, preferí quitarle la cubeta por un rato.
Libertad de acción dentro de una historia: ¿eso existe?
En Divinity: Original Sin 2, puedes hacer literalmente lo que quieras. ¿Quieres ser un adalid de la justicia, defensor de los inocentes, protector de los débiles y sobre todo, buen chico? Puedes hacerlo. ¿Deseas ver el mundo arder y que todos se arrodillen ante ti mientras muestras que eres más malo que los libretistas de las películas de Adam Sandler? También puedes hacerlo. Tus decisiones son totalmente libres en el juego y el RPG se encarga de demostrarte que tus decisiones, ataques, movimientos y todo lo que hagas se vea reflejado en el curso de la historia. Esto hace que de cierto modo la trama central del juego, que se enfoca en los hechiceros de la Fuente, los maestres que buscan un reemplazo a su líder fallecido y todo lo que ocurre en torno al Divino (el líder fallecido que les acabo de nombrar) pasen de cierta manera a un segundo plano, ya que son en realidad las decisiones que nuestro personaje toma lo que hace que la historia fluya y que realmente nos sintamos los protagonistas del juego. Esto no implica en absoluto que la historia principal sea aburrida o difícil de llevar, por el contrario, nos muestra que no es necesario que nuestro juego sea en torno a un objetivo mayor haciendo que nuestras acciones sean secundarias a dicho objetivo, sino que se puede crear una experiencia en la que se resalte nuestra importancia para que ese objetivo se pueda lograr.
Es una muy bonita maga, ¿¡Por qué la mía no se ve así!?
Para terminar, el juego cuenta con un modo arena en el que pueden lucharse partidas en modo solitario o multijugador contra otros jugadores, que se subdivide en los modos “Matar al Rey” y “todos contra todos”. Si te cansa la idea de hacer crecer a tu personaje y ver cómo avanza y mejora en torno a una historia y deseas simplemente ver cómo se parte los nudillos a punta de golpes contra quien se atraviese, éste es tu modo de juego.
Conclusión:
Es un juego muy entretenido, ideal para quienes gustan de juegos elaborados y de amplia libertad de decisión. Los controles son intuitivos en el Dualshock 4 y, aunque puedas sentirlos en un inicio complicados, con pasar el tutorial podrás adaptarte a ellos. Cuenta con una gran variedad de razas y profesiones para crear a los personajes y muestra una historia interesante para quien desee vivir una aventura mágica.
Calificación: 8/10.
Agradecimientos especiales a Namco/Bandai, Syspertec SAS y a FrikiUp por permitirnos darle una deliciosa probadita a este gran juego.
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